miércoles, abril 23, 2008
Como cada vez que cumplo años, hago un balance de lo que pasé en los últimos 365 días. Balance tramposo, porque dependiendo del humor uno le pone más o menos onda a las cosas.
Este año me agarra un poco de capa caída, pero debo reconocer que logré muchas cosas buenas últimamente. Cuesta un huevo conseguir lo que querés para después darse cuenta de que no podés sentarte a disfrutar de los laureles. Siempre hay que seguir en camino para conseguir lo que uno quiere y, una vez que ya lo conseguiste, mantenerlo, hacerlo crecer.
Gracias a todos los que caminan conmigo por estar, por tener siempre una palabra de aliento o un chiste a mano para hacerme sonreír. Amigos, los quiero con el alma y sepan que no podría hacer ni la mitad de lo que hago si no estuvieran ahí.

Seguir