martes, mayo 12, 2009
Bienvenido a este mundo, mi vida!
No es fácil, pero vale la pena intentarlo. En el fondo está bueno y tenés una familia increíble. Creeme, soy tu mamá, no te voy a andar mintiendo, no?
Te amo!
martes, abril 14, 2009
Me colgué. Pasó mucho tiempo desde mi última entrada...
No es que no tuviera cosas para escribir, si no que estoy tapada de otras tantas cosas y no me tomo cinco minutos para pasar por acá. Ya me retó mi psicóloga y me mandó a hacer una lista de prioridades, en las que el blog no figuraba, pero ya que estoy acá... frente a la compu...
Me estoy haciendo a la idea de que (al menos por unos cuantos años) voy a vivir al ritmo de un tiranito que se adjudica el título de mi hijo. No nació todavía y ya me controla los ánimos no dejándome dormir de noche o dibujándome una sonrisa cada vez que se mueve "demasiado".
Es muy loco esto del embarazo y se habla tanto al respecto (y tan al pedo en la mayoría de los casos) que quisiera hacer justicia, pero temo atentar contra la supervivencia de la especie. Ojo! No digo que sea una experiencia traumática, pero tampoco es un estado de Nirvana ni una epifanía. Lo que es muy cierto, es que nunca te cuentan la verdad de la milanesa (ya sea por amnesia o por piedad).
Lo hayas deseado más o menos, el embarazo tiene momentos inevitables. Las náuseas, algún que otro vómito ocasional, los dolores de espalda, las piernas hinchadas, los hormonazos, las ansiedades... Y se puede poner peor! Pero dicen que cuando parís a esa cosita que te aplastó la vejiga durante todo el viaje en bondi por una calle empedrada, lo mirás y le perdonás todo.
Una entra en un estado alterado de la conciencia digno de un trance lisérgico y se banca molestias para las que en cualquier otro momento se clavaría unas pastas sin dudarlo. Pero ahora pensás en el piojito y guardás el valium pensando "si me tomo uno de estos me va a salir emo".
Ya sacaré conclusiones más específicas, pero ante todo quiero que quede claro esto: no es tan grave, no está tan mal, lo volvería a hacer (dentro de un largo tiempo y cuando los chicos sean un poco más autosuficientes y yo me haya olvidado de las molestias) y se lo puede disfrutar y mucho. Pero así como Ingrid Beck y Paula Rodriguez escribieron su genial "Guía Inútil para Madres Primerizas" alguien debería hacer justicia y contarles unas cuantas verdades a las pobres incautas que recién se embarazan.
Alguien, porque en este estado, a un mes de ser madre, temo que la neurona me haya migrado a útero (donde es más necesaria) y me ponga a escribir en idioma "mamiiiiiiiiiiiiiiiii".

Seguir